Querido compañero, sé que el
corazón no entiende de lesiones.
Veo en tus ojos esa nostalgia al
ver correr a los demás.
La mayoría de las personas que te
rodea no te entenderá, ni empatizará
de corazón contigo. Dirán que son cosas que pasan, que pronto estarás bien, que
el cuerpo es sabio…
“Muchas gracias”, “eso espero” contestarás, pero en realidad, quisieras gritar
que pagarías por sentir el viento en tu cara, el impulso de tu zancada y tu ritmo cardiaco acelerado.
Quiero decirte que te entiendo y te comprendo, pero debes saber la verdad y la verdad muchas veces
duele: no vas a aprender.
¿Por qué? Porque aprender consiste en adquirir
experiencias reutilizables en el futuro y ello depende básicamente de 3
factores: la motivación, el tiempo y la práctica, y cuando uno está cansado
de estar lesionado, le falta motivación aunque sobre tiempo obviamente la práctica se vuelve imposible.
Así que el aprendizaje se estanca.
Sin embargo, hay algo que aún
está absolutamente en tus manos: tu
actitud. ¡Existen alternativas! Dedícale tiempo a aquellas actividades que
olvidaste por entrenar. No pierdas el tiempo, ¡compártelo! con la familia, los amigos, tus seres
queridos.
No olvides que eres un TRIATLETA; estas echo de otra
pasta, tienes una capacidad de
tolerancia al dolor superior a la media, tienes una cabeza sólida,
inquebrantable. Tú tienes una gran fuerza de voluntad. Sé que lo sabes, solo
quería recordártelo…
¡Dentro de nada estarás dando brazadas,
pedaleando y corriendo como siempre!, con toda tu pasión.
Esa voz que te dice “no te rindas” (en las competiciones),
tiene que estar presente ahora, solo escúchala, escúchala… “No te rindas” ni con esta lesión, ni nunca.
Paul Cordones. Entrenador de
Zagros Triatlón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario